El campeón de Europa viaja a Rusia sin ser uno de los candidatos a primera vista, al menos para su entrenador, pero entra en un segundo lote de equipos que pueden dar el golpe y pretender por llegar al menos a semifinales. La presencia estelar de Cristiano Ronaldo puede determinar el destino del equipo luso en el próximo Mundial.

¿Cómo clasificaron?

Portugal se hizo de su boleto para la Fiesta del Fútbol ganando el grupo B, donde no tuvo mucha oposición salvo por Suiza: el resto del grupo estaba conformado por Hungría, Islas Faroe, Letonia y Andorra. Recibió apenas 4 goles, convirtiendo 32 a favor, conociendo la derrota sólo en el primer partido ante Suiza.

¿Cómo les ha ido en Mundiales?

Hasta el 2002, Portugal había participado en 2 ocasiones: 1966 (donde quedaron terceros) y 1986. A partir del Mundial de Corea – Japón, comandados por Rui Costa y Luis Figo, comenzaron una serie de participaciones consecutivas, luego que el estandarte nacional lo tomaran jugadores como Pedro Pauleta, Pepe o el mismo Cristiano Ronaldo. El mejor rendimiento en Mundiales en este siglo fue un cuarto puesto en 2006, pero fuera de eso, nunca lograron superar los octavos de final.

En los hombros de Cristiano Ronaldo están las esperanzas de Portugal. Foto: Getty

¿Cómo juega?

Fernando Santos, entrenador de Portugal, prefiere un 4-4-2 bastante rígido, apostando a la velocidad del contraataque comandado por Cristiano Ronaldo y un eje creador de juego con Bernardo Silva como principal punto de creación. Portugal no se ha destacado con Santos en realizar un juego vistoso (si somos honesto, ganó la Eurocopa a base de victorias por 1-0), pero es un equipo sólido, que sabe a lo que juega y lo que puede lograr.

¿Cuáles son las figuras?

Por supuesto que la respuesta obvia es Cristiano Ronaldo. El jugador del Real Madrid se ha destacado esta última década por una batalla mano a mano con Lionel Messi para romper récords y llevar sus equipos a la gloria. Mucho de lo que pueda hacer Portugal en Rusia depende de su número 7. Bernardo Silva es la figura incipiente, el joven mediocampista llegó al Manchester City para tener un papel secundario, pero ha crecido mucho con Guardiola luego de una excelente temporada en el Mónaco.