Tras su primera participación en Corea – Japón 2002, Senegal regresa a las Copas Mundiales, siendo entrenado por una de los jugadores que estuvieron presentes en esa primera ocasión. Con una delantera rápida y muy efectiva, pero con problemas tácticos y de concentración, Senegal es una especie de «Jekyll y Mr. Hyde», jugando muy bien el primer tiempo pero haciendo desastres en la segunda etapa. Si logra corregir eso, Senegal tiene grandes chances de clasificar a segunda ronda.

¿Cómo clasificaron?

Senegal ganó el grupo D, con 14 puntos y sin haber perdido ningún partido. Dejó atrás a Burkina Faso, sorprendente escolta, Cabo Verde y Sudáfrica. Clave para la clasificación fue que se vuelva a jugar un partido que perdieron ante Sudáfrica por 2-1 luego que el árbitro sea suspendido de por vida tras ser acusado de manipular el resultado.

¿Cómo les fue en Mundiales?

Senegal sólo participó, y de manera exitosa, en un sólo Mundial: Corea – Japón 2002. Llegaron a cuartos de final, sorprendiendo a todo el mundo. En el partido inaugural le ganaron a la entonces campeona Francia, por 1-0, empataron con Dinamarca 1-1 y contra Uruguay 3-3 en un partido épico. Tras vencer a Suecia en tiempo extra, cayeron ante Turquía 1-0, también en tiempo extra.

¿Cómo juegan?

Senegal históricamente es de esos equipos difíciles, pacientes, peligrosos en velocidad pero que pecan de ser ingenuos a la hora de defender, que es una características de los equipos africanos. Mucho de la generación de juego del equipo senegalés se basa en sus extremos, jóvenes rápidos e incisivos.

¿Quiénes son sus figuras?

Sadio Mané, luego de una gran temporada en el Southampton inglés, es ahora pieza vital del Liverpool, destrozando defensas con su velocidad y regate, con bastante producto final sean goles o asistencias. Keita Baldé, jovencito del Mónaco es otro jugador de características similares que puede generar muchos dolores de cabeza a las defensas contrarias.