El fútbol, posiblemente más que cualquier otro deporte, tiene la particularidad de sacar lo mejor de su afición. Lamentablemente, también lo peor.

Durante el partido debut de México, el pasado domingo, su afición extasiada debido al inesperado triunfo ante la selección alemana, provocó un derroche de alegría, fiesta sin parar, cantos y festejos que a muchos conmovieron.

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Pero, igualmente, sacó a relucir las malas costumbres que, si bien no representan a toda la afición, sí los hacen quedar sumamente mal ante el mundo.

No conformes con gritar insultos homofóbicos durante el partido, algo que estrictamente se les pidió evitar y por lo que la Selección Mexicana enfrenta su más grande multa de parte de la FIFA, hasta la fecha; o con el acoso callejero al que sometieron a una mujer rusa que, sin saber qué decían de ella, se reía y celebraba con ellos ignorando que lo que los sujetos hacían era sexualizarla; los aficionados mexicanos también profanaron y ofendieron al pueblo alemán.

Durante las celebraciones del triunfo del domingo, y no únicamente en ese momento, las redes fueron inundadas por malas conductas, reprobables momentos y desagradables evidencias de que cruzar el límite entre la afición y la falta de respeto puede pasar en un instante.

Y es que mientras un hogar alemán izaba la bandera mexicana tras su derrota en un momento que demuestra su cultura deportiva y respeto a las naciones, los mexicanos, en al menos dos diferentes ocasiones virales, profanaron la bandera alemana.

En Tijuana, «donde empieza la patria» mexicana, en la frontera norte con los Estados Unidos, la manifestación en el monumento a Cuauhtémoc llegó al límite de la ridiculez cuando un grupo de aficionados tomó una bandera de Alemania, presuntamente robada de un ciudadano alemán que se encontraba en la ciudad, y le prendieron fuego.

Mientras la bandera se quemaba, testigos reían y gritaban «préndela», como si quemar una bandera fuera cualquier cosa.

Mientras tanto, en las calles de Rusia, un reconocido Youtuber mexicano llamado Ryan Hoffman Badui, cuyo canal Debryanshow cuenta con millones de seguidores y reproducciones, intoxicado de alcohol y falta de respeto, tomó una bandera de Alemania y se posó, mientras él usaba como capa una de México, sobre ella haciendo ademanes sexuales.

Fue así como Ryan, en tan solo unos segundos, se ganó el desprecio de miles de internautas que, a diferencia de quienes han dejado mal a la afición mexicana, desaprueban la conducta antideportiva y antisocial que estos y más sujetos han demostrado durante este y pasados mundiales.

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Inicialmente, el youtuber optó por una actitud altanera en la que pidió a sus críticos «dejar de mamar», pues era algo que todos hacían en el furor del momento y que él hizo por estar alcoholizado.

Más tarde, al notar la creciente ira de las masas por su explicación, expuso una más modesta y dolida disculpa que, lamentablemente, llegó muy tarde, pues no muchos se quedaron a ver lo que tenía que decir.

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Ante situaciones como ésta, surgen las explicaciones de por qué muchos, a pesar de disfrutar el deporte, detestan el mundial: no por ver saturados los medios de noticias de fútbol, o porque la programación en TV se monopoliza en temática por un mes.

Lo detestan porque es un recordatorio de lo mucho que les falta crecer como sociedad.

Porque ahora miles se preguntan, ¿en verdad le ganamos a Alemania?

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