Estamos a pocos meses de que se lleve a cabo el más grande e importante evento en el fútbol, el Mundial de la FIFA, que en 2018 se llevará a cabo en Rusia.

Durante un mes, los mejores futbolista del mundo se enfrentarán para conseguir la preciada copa de oro, pero, aparentemente, esta copa es más decepcionante de lo que podrías creer.

Aquí están las siete razones por las cuales la copa no es la gran cosa, según The Guardian

1- La copa, probablemente, está hueca.

De acuerdo a expertos en física, para que una copa de las dimensiones de la copa de oro, fuera de oro en realidad, ésta tendría que pesar al menos 70 kilogramos, haciendo imposible que los jugadores, muy quitados de la pena, la levanten sobre sus cabezas al momento de, orgullosamente, sostenerla en mano.

FOTO: Marcello Casal Jr/ Agência Brasil / Wikipedia

2- No te la quedas.

Hablando de levantar la copa, eso es básicamente todo el tiempo que podrás tenerla en tus manos o cerca de ti. Lo que en verdad se quedan los ganadores de la copa, es una réplica más pequeña y menos impresionante.

3- La réplica no es completamente de oro.

Así es, no es completamente de oro. La copa, en el mejor de los casos, está cubierta de oro, lo cual la hace todavía menos impresionante.

4- Ni siquiera es la copa original.

Así es. Te quedas con una miserable réplica hueca que no es de oro sólido que ni siquiera se parece, ni remotamente, al diseño original de la copa. La original la tiene Brasil por ser el primer país en ganar un mundial en tres ocasiones, en 1970.

The Jules Rimet World Cup trophy. Photograph: Fox Photos/Getty Images

5- La original fue robada.

Hablando de la copa original que solo Brasil tiene, pues ni eso, porque fue robada en el 83 y se sospecha que la derritieron para venderla. No es la primera vez que roban la copa, aunque la anterior, en el 66, la recuperaron poco tiempo después.

6- Se está acabando el espacio en el trofeo.

La base del trofeo lleva los nombres de cada país que ha ganado el mundial desde el de 1974. No obstante, queda poco espacio y habrá que o reemplazar la base o reemplazar la copa completa.

FOTO: BARBARA SAX/AFP/Getty Images

7- Ni siquiera es una copa de verdad.

Una copa, por definición, debería tener una forma que permita, en teoría, beber algo de ella. Esta «copa» no tiene nada de eso. En lugar de ello, tiene una bola que está probablemente hueca, que no es de oro, que ni siquiera luce como la copa original, que no es la verdadera y cuyo espacio en el fondo ya se está acabando.

Así, ¿qué gracia tiene ganarla?

Esto es, por supuesto, una exageración. Es un gran honor ganar la copa, pero pues, es solo una copa.

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